jueves, 15 de abril de 2010

DIVINA PROVIDENCIA

Recuerdo que leí este libro como a mediados de febrero de este año y ahora puedo decir que fue un verdadero hallazgo.

Antes de nada, tengo que dejaros claro que partimos de la base de que aquí todo cuenta, tanto si haces algo como si no lo haces. A veces, ni siquiera está en tu mano hacerlo o no. A veces, te ves empujado a esa situación, quizá por algo que ha hecho o no, otra persona. Dicho esto comenzamos...

Divina Providencia cuenta lo que le ocurre a Marylou que llega tarde a una reunión debido a que su taxi se encuentra en medio de un atasco. A Albert que acaba de descubrir que tiene cáncer y decide dejar su herencia a la única familia que tiene: su hermana, sobrino y cuñado. A Prudence que por fin tiene la oportunidad de demostrar lo que vale como abogada en el juicio más importante de la década y de su bufete. Y de Tom que por fin decide pedirle matrimonio a su novia pero que en el camino tiene un pequeño accidente con la bici. Pero también es la historia de Paulo, el hijo de Marylou, de Clara, la jefa de Prudence y de Victoire, su secretaria, y, por supuesto, de Charlie, el desencadenante de todo con su "accidente de usuario".

La autora es muy buena en su narración porque todos los acontecimientos ocurren el mismo día. En un mismo día, las vidas de cuatro personas se entrecruzan. Y lo bueno es que en el transcurrir de la historia, no sólo son importantes estos cuatro personajes, sino que cualquier persona que haga la más mínima cosa, puede ser crucial para el desenlace. Son muchas coincidencias, muchas casualidades.

Los capítulos están personalizados y se centran en la vida del personaje que los encabeza pero lo divertido es que tienes que estar alerta porque no sabes en qué momento esa persona se cruzará con otro de los personajes -al que por supuesto no conoce- y hablará con él, o no, o si subirá al taxi que el otro acaba de dajar, o si provocará que acabe en el hospital. Los personajes están continuamente interaccionando con el resto, y aunque sus vidas transcurren por separado no debemos olvidar que, al final, todos son parte de una misma historia.

Todos ellos son personas distintas, con vidas y maneras de pensar muy diferentes, aunque tienen cosas en común, como que su vida gire en torno al trabajo o como que ninguno tenga éxito en su vida personal y deje de lado sus relaciones afectivas. Sin embargo, todo esto no es impedimento para que después de este día encuentren la manera de tener una vida común satisfactoria.
Durante la historia hay situaciones de todo tipo con consecuencias buenas y malas, pero lo importante es que nos enseña que, aunque en la vida pasen cosas malas, ni siquiera éstas pueden impedir un final feliz.

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