lunes, 14 de junio de 2010

CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO

Hoy me siento inspirada y qué mejor forma de aprovecharlo que escribir sobre Canción de Hielo y Fuego. La serie que ha hecho que el nombre de George R. R. Martin sea reconocido y venerado en el mundo entero como sinónimo de fantasía. Para mí está ahí, al ladito de Tolkien, con el permiso de los dos y literariamente hablando. Ni siquiera recuerdo cómo era mi vida antes de conocerle…, bueno… a su obra, se entiende.

Primero que todo, os advierto que no voy a contar nada sobre la trama de esta saga porque cualquier cosa que revele puede ser fatal. Sólo os diré que prestéis atención a cada palabra, que no erréis al juzgar antes de conocer porque nada es lo que parece, mantened alerta todos vuestros sentidos si no queréis que se os pasen cosas por alto, cosas importantes porque, como ya he dicho antes, hasta el más mínimo detalle puede ser crucial en el destino de los personajes.

-Seguro, Lola, das tu palabra? Mira que no te veo capaz de aguantarte…, sería la primera vez-
-Pues mira, siempre hay una primera vez para todo-
En fin, que lo que me he propuesto es presentaros un poco el mundo a este lado del Muro.

Esta es la historia de Siete Reinos, de siete familias y sus pueblos, que se van a ver inmersos en las luchas por un único trono, el Trono de Hierro, forjado con las espadas de los caídos a manos de Aerys Targaryen. En un momento u otro hasta los más astutos serán simples marionetas en manos de los que realmente saben jugar al único juego que de verdad importa, El juego de tronos.

El invierno se acerca y no será fácil para los hijos de una primavera que ya dura demasiado tiempo.

Además, el Muro llora y los Otros reclaman su parte del pastel, mientras que los Salvajes intentan escapar de su trágico final y encontrar su sitio, si es preciso usando la fuerza, entre unas gentes que los odian, o quizá los temen por no conocerlos, tanto que han sido capaces de levantar una barrera de toneladas de hielo para mantenerles apartados, bajo la vigilancia de la Guardia de la Noche.

Sin olvidarnos de las Ciudades Libres, hacia las que huyen Daenerys y su hermano Viserys para salvar la vida de las persecuciones de aquellos que desean su muerte y que ya, en su día, acabaron con todos los que llevaran su apellido. Quizá se estén preparando para reclamar lo que por derecho les corresponde.

En este escenario deben luchar por la supervivencia, en beneficio de sus interese y fieles a sus principios, los Stark, los Baratheon, los Lannister. Casas como la de los Tully, los Martell y otras familias menores, cualquiera de ellas, por insignificante que parezca su aportación o su ubicación en el mapa, puede decidirlo todo en la batalla. Su lealtad será la que incline la balanza.

Es el enfrentamiento entre amores, envidias, odios, celos, traiciones, estrategias, secretos… y podría seguir y seguir. Todo sirve. Es la historia de Daenerys, de Bran y de su huargo Verano, de su hermana Arya, de Cersei y su hemano mellizo, del Gnomo, de Jon Nieve y de Igritte...

Sabéis, creo que podría seguir escribiendo sobre estas novelas hasta ocupar folios y folios, pero se trata de despertaros la curiosidad y no de aburriros incluso antes siquiera de que os planteéis leerlos. Sólo dejadme que os diga los títulos publicados hasta el momento de esta serie de siete: Juego de Tronos, Choque de Reyes, Tormenta de Espadas, Festín de Cuervos y, el más que esperado, Danza de Dragones.

Bueno pues eso es todo, espero que os animéis a leerlos porque merece la pena el tiempo empleado -ya lo entenderéis cuando veáis los tomos-, incluso si no sois fans de este género os atrapará la historia de este mundo y sus habitantes.
Un saludo, Lola.

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