lunes, 12 de septiembre de 2011

SOY CHARLOTTE SIMMONS. TOM WOLFE

Pues sí, al fin lo conseguí. Éste tenía que ser mi verano, en realidad, su verano, el verano en que no podía regresar sin haber leído Soy Charlotte Simmons. Y sé que sonará duro, es cierto que tiene sus cosas interesantes, pero es que según leía no creía que mereciera la pena tanta página hasta que al final, contradicciones de la vida, me faltaron capítulos. Digo más, creo que si hubiera una segunda parte que continuara a partir del final de esta novela, esa sí que sería mi novela. Pero no quiero adelantar acontecimientos. Empiezo.

Este verano fui testigo de la cruda y escalofriante historia de Charlotte, una joven inocente y virginal, un portento de niña, que tendrá que enfrentarse al mundo que le espera al otro lado de sus montañas natales. Tras su graduación, Charlotte abandonará Sparta, Carolina del Norte, para alcanzar el paraíso intelectual que representa Dupont, y formar parte de la comunidad por la que tanto ha luchado y por la que ha tenido que sufrir el rechazo y la marginación de sus compañeros de instituto. Y todo hay que decirlo, gracias al cual podrá alejarse de la mediocridad entre la que ha crecido para al fin triunfar. Pero las cosas no son siempre como uno espera y tras superar del impacto inicial, bueno no del todo, trata de encajar pero, a quién quiere engañar?, siempre será la listilla sureña destinada a la soledad. A menos que esté dispuesta a pagar el precio de la aceptación social aún sabiendo que supone dejar de lado sus valores personales.

También es la historia de Hoyt Thorpe, un guaperas de renombre que pertenece a la hermandad más famosa de Dupont, y que es la imagen de la élite americana que cree que pertenecer a una importante universidad debe ser parte de su identidad y una marca de su superioridad para con el resto de los mortales. Un joven que tiene asumido que con solo pronunciar ese nombre se ganará la admiración de sus oyentes y todas las puertas se abrirán a su paso sin que eso requiera un esfuerzo previo por su parte. Para qué estudiar si nada más graduarse, las empresas más importantes del país se pelearán porque Hoyt Thorpe forme parte de su plantilla, mejor dedicarse a las juergas nocturnas y las chicas.

Y de Jojo Johanssen, el segundo más alto del equipo de baloncesto de Dupont, que ahora ve peligrar su titularidad con la llegada de nuevos jugadores más jóvenes y más agresivos. Jojo procede de una familia de clase media que siempre vivió a la sombra de su hermano y que vio en el baloncesto la única manera de destacar. Él será el encargado de mostrarnos todo el negocio montado alrededor del deporte universitario pues pertenece a una clase de alumnos que disfrutan de más de un privilegio, no sólo académico, con el único objetivo de que lo den todo en la cancha. Pero este año Jojo decidirá cambiar el rumbo de su vida y está dispuesto a sacrificarse así que tendrá que luchar por partida doble.

Y completando el reparto, Adam Gellin cansado de luchar por su causa desde que era un crío y por la beca gracias a la cual puede permitirse estudiar en una universidad como Dupont, pero que aún así se ve obligado a vivir en un cuchitril a las afueras del campus que paga repartiendo pizzas y tutorizando a alumnos deportistas. Adam es el típico empollón que escribe en el periódico de la universidad y que forma parte, junto a otros estudiantes, de un grupo de debate llamado los Mutantes del Milenio, la generación futura que sacará al mundo de la ignorancia. Es un tanto rarito, pero nada entrañable pues, a mi parecer, peca de prepotencia, aunque en los demás aspectos sea bastante acomplejado. El reconocimiento intelectual que merece Adam parece no llegar nunca. Y no podíamos olvidarnos de Beverly Amory, la compañera de habitación de Charlotte con la que empezó con mal pie desde que puso el primero en la residencia para estudiantes de primer curso. Beverly es la niña de familia bien, caprichosa y deslenguada pero con éxito social que a Charlotte no le importaría ser. Tiene que reconocer que sabe desenvolverse, sabe comportarse, que tiene recursos, aunque en el fondo no sea más que otro espíritu atormentado de los muchos que conviven en esa residencia.

Todos estos personajes resumen la juventud que retrata Ton Wolfe en su novela. Ante este panorama es fácil despistarse y según nos enseña el autor, parece ser que en la vida sólo se aprende a base de golpes. En Dupont, los cinco jóvenes verán mezcladas sus vidas, siempre entorno a Charlotte, y sin saberlo serán víctimas de la envidia, los chantajes y sed de venganza de una sociedad que parece corrompida y carente de valores, pero mientras tanto participan en una carrera contra reloj por alcanzar el éxito social y el reconocimiento de sus congéneres, aunque al final sólo demuestren que son simple jóvenes perdidos en una etapa vital de transición, confusión y descubrimiento de uno mismo.

Respecto a la polémica sobre la que he leído en relación a lo que pretendía Tom Wolfe con su novela, en verdad no me pareció tanto una crítica al sistema educativo, y si lo es no sólo sería del universitario y no sólo del americano, si no que más bien trata de criticar a la sociedad americana, puede que incluso a la del resto del mundo. Queda claro el elitismo de sus universidades, nada alarmante puesto que es conocido por todos, a fin de cuentas estamos hartos de ver en películas a qué se dedican sus estudiantes, y su afán recaudador que pasa por priorizar aquello que aporta más dinero a las arcas de la institución, pero yo creo que en realidad el autor trata de dar importancia, por encima de todo, a los sentimientos en una edad complicada, por otro lado fácil de manejar y manipular por parte de los adultos. El caso es que es una valoración de todo un comportamiento humano, de sentimientos universales con multitud de matices, nunca creí que hubiera tantos, y de relaciones personales. Al lado de todo esto, el hecho de si sus universidades viven de su fama y de si favorecen a ciertos alumnos, de si en realidad esas universidades no están a la altura de las expectativas o de la élite que prometen en sus folletos publicitarios casi deja de importar.

La sociedad de Wolfe es una sociedad caracterizada por la doble moral, el sarcasmo, la hipocresía y, lo que más me ha sorprendido, el egoísmo individual. El alcohol, las drogas y el sexo como vías para alcanzar la aceptación social y la etapa universitaria como un momento de experimentación en el que uno puede hacer lo que desee con una libertad casi adulta sin importar las consecuencias. Lo peor de todo es que pese a parecer un estereotipo y por eso quizá nos pase inadvertido, sólo es necesario pararse en mitad de la calle y escuchar, prestar un poco de atención, para darse cuenta de que los jóvenes de hoy son así. Hay que tener personalidad para sobrevivir.

Algo que no me gusta de la visión que ofrece Wolfe de los personajes femeninos es que se presentan como damiselas en apuros, carentes de personalidad, que necesitan de la ayuda de ellos, de su virilidad, para sobrevivir. Ellos son sus salvadores, los que toman las riendas en los momentos de necesidad, en los momentos en que ellas han tirado la toalla y necesitan de su presencia masculina para reaccionar. Mientras que ellas ante una situación similar pero a la inversa se ven desbordadas.

Sólo dos cosas más, en cuanto al personaje de Charlotte me parece una niña carismática, ajena a las maldades del resto del mundo, pero es curioso observar su transición, resume a la perfección la idea de que siempre creemos y es algo que nos consuela, que hay un escalón por debajo de nosotros, por otro lado me resulta admirable su afán por cambiar aquello de su vida que no le satisface. Por otro lado está Jojo que pese a pertenecer a un mundillo en el que se requiere cierta picardía, me parece que es el único personaje sin dobles sentidos, limpio en sus sentimientos.

Es una historia entretenida, fácil de leer, que trata de conectar con nuestro lado más juvenil pero con algunos monólogos realmente soporíferos pese a que sean el recurso empleado para darnos a conocer al personaje. A mí desde luego me desilusionó porque la parte de la historia que realmente me interesaba y esperaba, no llega hasta el último capítulo pero eso creo que aún siento que me sobró todo lo anterior.

Un saludo, Lola.

P.D: Siento que al final resultara una entrada tan larga pero es que 897 páginas no dan para menos.

6 comentarios:

  1. Completísima reseña Lola. Me has dejado con las ideas claras de lo que voy a encontrarme si leo esta novela. Tengo intención de hacerlo, pero más adelante, cuando acabe con los que tengo en mi estantería abandonados. Que me he hecho ese propósito, y por ahora lo estoy cumpliendo.
    Besotes!!!

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  2. Nunca me ha llamado la atención, y parece tener un ritmo lento y demasiada información no tan relevante... Creo que lo dejo pasar.
    Saludos!!

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  3. Pues no me llama mucho, según cuentas, no parece muy entretenido... y no sé, vaya, que no me llama nada.. jejej .Un abrazo!

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  4. Completísima reseña =)
    La verdad es que lo he ojeado un par de veces y no me llamaba demasiado, aunque tampoco sabía de que iba hasta leerte jejej
    Lo tendré en cuenta!

    Besotes

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  5. Bueno quizá fui demasiado explícita pero tampoco hay de qué preocuparse, nada relativo a la trama, son opiniones personales que pueden cambiar según la persona ;), así que las sorpresas están servidas. En cuanto a la parte moral, no aporta nada nuevo, lo que me sorprende es lo poco que hemos cambiado desde el 2005, año en que se publicó la novela, y la historia tampoco está tan mal aunque seguro que encontráis cosas mejores que leer.

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  6. Hay que ver... tengo este libro en mi estantería desde hace tiempo y aún ahora decido ponerme a ver reseñas. La tuya sin duda me ha echado un cabo para hacerme una idea de lo que me espera =D

    Un saludo!

    PD: veo que tienes interés en leer Descansa en paz. Yo lo he empezado y me he quedado en la página 50. Por lo que he leído es totalmente diferente a lo que se suele ver en este tema tan de moda. Ahora que lo pienso ya ni recuerdo por qué quedó aparcado jajaja

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