miércoles, 17 de julio de 2013

Blankets. Craig Thompson

En Blankets, Craig Thompson, rememorando distintos y variados episodios de su pasado, nos acerca a una infancia, la suya, marcada por el respeto a sus padres como símbolo de autoridad, por el cariño hacia su hermano, con el que comparte algo más que una cama, y por la violencia y los abusos a los que le sometían sus compañeros de colegio, para después, aterrizar de golpe en la pubertad y además de los distintos cambios físicos, descubrir el amor. Pero ante todo, es una vida en la que está muy presente la religión y el catolicismo. Su familia tiene unas fuertes convicciones católicas que son las que influyen en la forma de pensar y de actuar de Craig. Pero la suya, es una mente despierta y en continuo desarrollo que no para de cuestionarse, no la palabra de Dios, sino su práctica. Sinceramente, creo que el desarrollo de los acontecimientos que van teniendo lugar a lo largo de su vida, son los que originan esa crisis de identidad que supone para él no tener tan claro algo en lo que ha creído ciegamente durante todos esos años. Creo que Craig se hace mayor y de una vez, se da cuenta de la verdadera realidad, como si durante todos esos años hubiera vivido en un mundo de fantasía. Quizá se de cuenta de que muchas de esas enseñanzas están alejadas del mundo real y carecen de aplicación en él. No sé, no me hagáis mucho caso, yo de religión y espiritualidad ni sé ni quiero, de hecho toda esa parte me ha resultado un poco difícil y extraña, incluso, algunos de los hábitos que narra el autor, me parecen como venidos de otra época. Pero en fin...cada uno a lo suyo.
Pero es que además de esto, Blankets es la historia de una manta, que quizá represente la dedicación que supone el amor. Unos meses de la vida de Craig contados desde la ingenuidad y el desconocimiento que suponen ese primer amor. Una relación, la que mantiene con Raina, muy especial llena de noches en vela, de silencios, de gestos y de caricias.

En cuanto al estilo, no es que me llame mucho la atención este tipo de dibujo pero he de reconocer que es una forma cruda y directa, llena de fuerza, de contar una realidad. De lo que sí me he dado cuenta es que tanto sirve para contar los hechos más horribles como las historias más hermosas. Es innegable que son dibujos cargados de sentimiento, de los más variados sentimientos. Así que supongo que es una novela gráfica de lo más recomendable, en la que Craig Thompson comparte con nosotros sus vivencias más íntimas.
Un saludo, Lola.

P.D: Ánimo que ya queda menos para las vacaciones de agosto. Qué ganas!