martes, 8 de julio de 2014

El paciente. Juan Gómez Jurado

El dilema que plantea esta novela es sencillo, ¿qué estaría dispuesto a hacer un padre por salvar la vida de su hija? Yendo aún más lejos ¿qué estaría dispuesto a hacer el doctor Evans por salvar la vida de su hija después de no haber sido capaz de salvar la vida de su mujer?¿Cualquier cosa?, ¿y si tuviera que matar a otro ser humano, en contra de todos los principios que juró defender y haciendo uso de la ventaja que el confiere su condición de médico?, ¿y si ese ser humano fuera la persona más poderosa del planeta, el Presidente de los Estados Unidos, El Paciente? ¿Cualquier cosa?


La vida de David nunca fue fácil pero su suerte cambió el día que fue adoptado por la familia Evans. Su padre adoptivo era médico y supo valorar la vocación que nacía en el joven Dave, quién con mucho esfuerzo y trabajo logra convertirse en uno de los neurocirujanos más importantes de Estados Unidos, consigue un buen trabajo en uno de los hospitales más elitistas de Washington y tiene la familia ideal. Pero ahora, el doctor David Evans no pasa por su mejor momento. Desde la muerte de su mujer no hace otra cosa que no sea trabajar, se ha vuelto una persona arisca, antipática y desagradable, y ya no dedica el tiempo que debería, ni el que le gustaría, a su hija. La cosa empeorará el día en que llegue a su casa después de una larga operación, y la encuentre vacía. El trato es simple, si David quiere recuperar a Julia, la operación a la que necesita someterse el Presidente de los Estados Unidos deberá salir mal y El Paciente deberá morir.

Con la excusa de estar escribiendo una novela en la que narrará todo lo acontecido, David nos hará partícipes de su historia desde una celda del corredor de la muerte. ¿Cómo llega hasta allí? Lo tenéis fácil si queréis averiguarlo.

Pese a que la historia sería firme candidata a ser el argumento de una de esas películas de sobremesa, con las que da gustito echarse la siesta, puede que por el american way of life que destila, la verdad es que es una novela entretenida, interesante y con el punto justo de morbosidad para que el lector busque cualquier excusa, buena o mala, que le permita seguir leyendo. Narrada en primera persona, directamente desde el corredor de la muerte, busca la cercanía y proximidad con un lector del que se presupone conoce un suceso que tuvo trascendencia internacional. Y eso es algo que me gusta pues le da verosimilitud a una historia que, contada de otra manera, no tendría más remedio que carecer de ella. Además del punto de vista de David, se intercalan capítulos en los que la protagonista es su cuñada Kate, que trabaja como agente del Servicio Secreto y que se verá obligada a intervenir, teniendo que elegir entre el deber y la lealtad. Y no nos podemos olvidar del tercer vértice del triángulo, el frío, letal y despiadado señor White, el cerebro encargado de urdir un plan tan retorcido como el que le plantea a David pero que en realidad sólo cumple órdenes de sombras más oscuras y poderosas. Así no es más que una marioneta pero capaz de llevar a cabo algunas de las acciones más impactantes de la novela. Más allá de la disyuntiva principal, no existen temas secundarios que no sean telas de araña conspiratorias, amores secretos, imposibles y frustrantes, reproches, remordimientos y culpabililidades personales y una dura crítica al sistema médico estadounidense.

Sinceramente no era muy partidaria de Gómez-Jurado, y eso que nunca había leído nada suyo. Sus contratos con Dios y sus espías nunca llegaron a llamar mi atención, pero mira tú por dónde que este tema sí que despertó mi interés y me ha gustado tanto su lectura que no dudaré en recomendarla e incluso puede que me anime con sus otras novelas.

Un saludo, Lola.

P.D: Después de un mes sin ninguna inspiración para la lectura y del merecido paréntesis que supone esta novela, vuelvo con Silva y su penúltimo caso de Vila y Chamorro.

4 comentarios:

  1. Ya tenía esta novela entre mis pendientes y después de ver que la has disfrutado a pesar de tus reticencias, le subo más puestos en la lista de pendientes.
    Besotes!!!

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  2. Tiene buenísimas opiniones, creo que no he leído ni una reseña negativa =)

    Besotes

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  3. ¿No te recuerda ligeramente a la serie que se estrenó anoche en Antena3, Rehenes? Una doctora que tiene que matar al presidente de Estados Unidos durante una operación para salvar a su familia….

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    1. Pues la verdad es que me suena bastante. No he tenido oportunidad de ver la serie, pero creo que pariendo del mismo hilo argumental, llega un momento en que se alejan lo suficiente como para ser dos historias diferentes. Aunque una vez más parece cierto eso de que todo en esta vida está ya inventado.

      Un saludo!

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